, Él les pidió monedas para comprar comida. Nadie en la Iglesia le dio
algo. Entró en el templo e intentó sentarse en la parte de adelante, pero los
diáconos le pidieron que se sentase en la parte de atrás de templo. Él saludaba
a las personas que le devolvían miradas sucias y de desprecio al mirarlo de la
cabeza a los pies.
En cuanto estaba sentado en la parte de atrás del templo, escuchó los anuncios del culto y luego en seguida el liderazgo subió al altar y anunciaron que se sentían emocionados en presentar al nuevo pastor de la congregación: "Nos gustaría de presentarles a ustedes al Pastor Jeremías Steepek". Las personas miraron alrededor aplaudiendo con alegría y ansiedad. Fue cuando el hombre sin hogar, el mendigo que se sentaba en los últimos bancos, se colocó en pie y comenzó a caminar por el corredor. Los aplausos pararon. Y todos lo observaban. Él se aproximó al altar y agarró el micrófono. Se contuvo por un momento y dijo:
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis."
Después de haber leído el texto de Mateo 25:34-40, Miró a la congregación y les contó todo lo que había pasado aquella mañana. Muchos comenzaron a llorar, muchas cabezas se inclinaron por la vergüenza. El pastor dijo entonces: "Hoy veo una reunión de personas, y no a la Iglesia de Jesucristo. El mundo tiene suficientes personas, pero no hay suficientes discípulos. ¿Cuándo ustedes se convertirán en discípulos?". Luego después, encerró el culto y se despidió: " ¡hasta la semana que viene"!
Ser cristiano es más que algo que usted defiende. Es algo que se vive y comparte con otras personas.
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