“Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él” (Salmo 118:24)
La actitud es algo pequeño que hace una gran diferencia. Las decisiones que tomamos van condicionando los resultados que obtendremos.
Al abrir los ojos ¿Qué actitud prevalece? ¿Está entusiasmado con el nuevo día que Dios le da? ¿Por las oportunidades que ese día trae? ¿Por qué Dios lo ha creado y lo vamos a vivir tomados de Su mano?
El gozarse y alegrarse es una decisión que tomamos, la cual no está condicionada por el clima o por situaciones que enfrentamos sino basada en la plena certeza que Dios está con nosotros, que Su poder no ha menguado, que Su mano no se ha acortado, que aunque en este mundo tenemos aflicciones, estamos confiados porque Jesucristo ha vencido y nos lleva siempre en triunfo.
No podemos ignorar que hay muchas personas que por estar agobiadas por el sufrimiento, por la tristeza o desanimadas por los problemas, les cuesta creer que tendrán un buen día, que podrán gozarse y vivirlo en plenitud. Por eso hoy la Palabra de Dios produce fe en su corazón, un cambio de actitud que desatará el poder de Dios el cual obra a su favor.
Y podrá decir como David: “Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto a ti cantaré…” (Salmo 30:11-12)
Jesús, que vino a quitarnos el agobio y el dolor por las secuelas del pecado, dijo: “Les he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:11).
¿Y que habló el Señor, para que vivamos gozosos?: “Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieren y les será hecho”. Nos asegura que si tenemos comunión con Él y creemos Sus palabras, ¡nos concederá todo lo que pidamos en oración! Y en San Juan 16:20 afirma: “Ustedes llorarán y lamentarán… pero aunque estén tristes, su tristeza se convertirá en gozo”.
¿Sabe por qué? Porque en medio del sufrimiento, la amargura, los disgustos y penurias que pudiéramos soportar, Él está a nuestro lado y hará los milagros que necesitamos, “para que nuestro gozo sea cumplido”.
¡Gócese en el Señor! Decídase a dejar en la presencia del Señor su tristeza, su angustia, su dolor, depresión y pesimismo, y tome gozo, vístase de alegría, entusiasmo proclamado: “Este es el día que hizo el Señor, me gozaré y alegraré en Él”.
“Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él” (Salmo 118:24)
La actitud es algo pequeño que hace una gran diferencia. Las decisiones que tomamos van condicionando los resultados que obtendremos.
Al abrir los ojos ¿Qué actitud prevalece? ¿Está entusiasmado con el nuevo día que Dios le da? ¿Por las oportunidades que ese día trae? ¿Por qué Dios lo ha creado y lo vamos a vivir tomados de Su mano?
El gozarse y alegrarse es una decisión que tomamos, la cual no está condicionada por el clima o por situaciones que enfrentamos sino basada en la plena certeza que Dios está con nosotros, que Su poder no ha menguado, que Su mano no se ha acortado, que aunque en este mundo tenemos aflicciones, estamos confiados porque Jesucristo ha vencido y nos lleva siempre en triunfo.
No podemos ignorar que hay muchas personas que por estar agobiadas por el sufrimiento, por la tristeza o desanimadas por los problemas, les cuesta creer que tendrán un buen día, que podrán gozarse y vivirlo en plenitud. Por eso hoy la Palabra de Dios produce fe en su corazón, un cambio de actitud que desatará el poder de Dios el cual obra a su favor.
Y podrá decir como David: “Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto a ti cantaré…” (Salmo 30:11-12)
Jesús, que vino a quitarnos el agobio y el dolor por las secuelas del pecado, dijo: “Les he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” (Juan 15:11).
¿Y que habló el Señor, para que vivamos gozosos?: “Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieren y les será hecho”. Nos asegura que si tenemos comunión con Él y creemos Sus palabras, ¡nos concederá todo lo que pidamos en oración! Y en San Juan 16:20 afirma: “Ustedes llorarán y lamentarán… pero aunque estén tristes, su tristeza se convertirá en gozo”.
¿Sabe por qué? Porque en medio del sufrimiento, la amargura, los disgustos y penurias que pudiéramos soportar, Él está a nuestro lado y hará los milagros que necesitamos, “para que nuestro gozo sea cumplido”.
¡Gócese en el Señor! Decídase a dejar en la presencia del Señor su tristeza, su angustia, su dolor, depresión y pesimismo, y tome gozo, vístase de alegría, entusiasmo proclamado: “Este es el día que hizo el Señor, me gozaré y alegraré en Él”.
Aporte: Alicia Flea
Centro Cristiano de Adoración - Sta Fe - Arg
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