Por MAGDA HERMIDA
Todos somos vasijas agrietadas. Todos tenemos defectos. Pero es
Justamente en ellas, en nuestras fallas, en las que Dios muestra su
Gloria e inmensa misericordia. ¡Dejémonos usar!
Pienso que en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido necesitados de una afirmación de parte de Dios, quizás te has sentido como que tu vasija tiene alguna grieta, y llegas a pensar que no eres muy útil.
Déjame compartir contigo algo que cambiará tu modo de pensar.